Todo empezó en ese momento “Greenville SC CANCELED”. No me podía creer lo que ponía en la pantalla del aeropuerto… ¡Mi vuelo se ha cancelado! No paraba de morderme las uñas y cinco minutos después estaba llorando abrazada a la limpiadora de los servicios, en el aeropuerto de Charlotte, Carolina del Norte.
Siempre pensé que América era como vivir en una película, y sí, lo es. Ahora, casi 10 meses después, cada vez que pienso en mi primer día aquí, no puedo parar de reírme. Fue un día muy largo, pero no cambiaría nada de lo que pasó, no cambiaría la tormenta que hizo que no pudiera coger el vuelo, el sobrepeso de las maletas… Todo tal y como fue, ha hecho que desde el primer día esta experiencia sea increíble. Al principio todo es tan nuevo, que da miedo… personas que dicen ser tu familia aunque no los conoces de nada, nuevos amigos, nuevos hermanos, colegio, etc pero os puedo garantizar que es solo al principio, y en cuestión de semanas o días todo empieza a ser más claro, desde las clases hasta la relación con la familia y amigos. Todo da una vuelta y empiezas a disfrutar y a enamorarte más cada día que pasa de la aventura que estás viviendo.
Ahora puedo decir que mi familia está dividida en dos continentes en el mundo, es impresionante como puedes sentirte tan bien con personas que apenas conocías y que acaban siendo otra parte de ti. Siempre están para todo lo que necesites, y poco a poco te das cuenta que son personas que van a estar ahí para siempre. Es imposible contar aquí todos los buenos momentos que vais a vivir en una experiencia como esta, y por eso deberíais animaros y poder juzgar vosotros mismos, lo impresionante que es vivir un año de vuestras vidas de una forma tan diferente. Haces amistades que son para siempre. En mi caso, algunas de mis amigas vienen el año que viene a España, a quedarse un mes en verano con mi familia y conmigo. Mi hermana americana se viene este verano, y así espero que siga siendo por muchos más años.
Muchas cosas cambian durante el tiempo que estás aquí. No sólo aprendes a hablar otro idioma, maduras, creces, aprendes a convivir con personas nuevas, tus perspectivas sobre algunos aspectos ya no son las mismas que eran hace unos meses, etc. Pero te das cuenta, que por ti mismo has hecho cosas nuevas y diferentes, te has acostumbrado a hábitos distintos como por ejemplo cocinar, o lavarte tu propia ropa, y esto hace que poco a poco durante el año te vayas convirtiendo en una persona un poco más adulta y responsable de lo que eras antes.
No me podría imaginar ahora mi vida sin estas personas que se han convertido en mi familia y amigos. Así que, sólo me queda deciros, que es una experiencia única, y que si tenéis la suerte que he tenido yo de poder vivirla, no lo dudéis ni por un minuto, porque no os vais a arrepentir nunca.
María.
Año Académico 2015-2016 en Greenville, Carolina del Sur.