Javier G., estudiante de Hola USA durante un Año Académico en Estados Unidos
“Estaba deseando irme al extranjero y pasarlo tan bien como el año que pasé un verano en América. Pasaba a Segundo de Bachillerato y sabía que era mi último año en el instituto. Quería experimentar lo que era un Año Académico en un High School americano antes de pasar a la Universidad.” Así nos explica Javier el motivo por el cuál decidió estudiar 2º de Bachillerato en Estados Unidos. “Ha sido la mejor decisión hasta el momento”, destaca Javier.
Este joven ha vuelto este año a Sevilla tras pasar un año increíble en el extranjero y ha querido compartir con nosotros esta experiencia que ha marcado un antes y un después en su vida.
Ya de vuelta. ¿Cómo te sientes? ¿Cómo recuerdas tu experiencia vivida en el extranjero?
Una vez en España la sensación es increíble. Al principio no eres del todo consciente del año que acabas de tener y te encuentras algo desconcertado. Tus primeros sentimientos son echar de menos a tu familia y tus amigos americanos, pero intentas disfrutar al máximo con esos amigos españoles con los que llevas tanto tiempo sin quedar. Con el tiempo te vas acostumbrando y ves con más claridad todo lo positivo que ese año en el extranjero te ha aportado.
Tu primer pensamiento cuando aterrizaste en Estados Unidos
Cuando aterricé estaba bastante nervioso pero lo único que me recorría por la cabeza era: “A por todas Javi, estás a punto de empezar una vida nueva”.
Sabes que con Hola USA puedes viajar a otros destinos como Irlanda, Canadá, Reino Unido… ¿Por qué elegiste Estados Unidos como destino?
La verdad es que nunca me había llamado mucho la atención los ingleses. Me parecía mucho más interesante viajar a un continente completamente diferente. Entre Canadá y Estados Unidos tuve dudas. Terminé eligiendo Estados Unidos porque la familia con la que estuve un verano eran americanos y había sido un verano inolvidable.
¿Te costó adaptarte?
El primer día de colegio tuve mucha suerte. Un chaval muy simpático vino a presentarse y me invitó a comer con él y sus amigos a la hora de la comida. Desde entonces me hice muy buen amigo de ellos y me fueron presentando al resto de los compañeros del colegio. No puedo prometer la misma suerte, pero sí puedo asegurar que con una sonrisa y ganas de hacer amigos terminaréis siendo el alma del colegio.
¿Cómo de rápido mejoró tu inglés? ¿Te fuiste con una base antes de marcharte?
Yo ya tenía una base antes de marcharme a Estados Unidos pero eso no quita que mejorase notablemente el inglés durante mi estancia. Lo único que debo advertir es que el inglés no se coge de un día para otro, hay que tener paciencia. Aunque se crea que no se está mejorando no es así, y día tras día, se aprenden nuevas palabras y conceptos.
Si volvieras atrás, ¿Te marcharías de nuevo?
Sin dudarlo. Es una experiencia única en la que aprendes a desenvolverte en un entorno distinto al tuyo. Entiendes otros puntos de vista y aprendes a ser flexible y comprensivo. Tanto en el mundo laboral como en el día a día, pondrás en práctica todo lo aprendido de ese año en el extranjero. Al final el inglés es lo de menos.
¿Ves necesario que los jóvenes salgan de la zona de confort y estudien durante un tiempo fuera de su entorno habitual?
Es vital para el desarrollo personal de cada uno. Aprendes nuevas técnicas que nunca podrías haber llegado a conocer en tu zona de confort. Además, te hace tener una mente más abierta, algo muy importante en un mundo globalizado como el de ahora.
¿Piensas volver al extranjero en un futuro?
No lo dudo. Creo que las oportunidades que hay en el extranjero son infinitas y limitarte toda una vida a un único país no me parece la decisión más acertada. Eso no significa que no me guste España o que prefiera vivir en otro país diferente al mío. Sin embargo, para formarse y desarrollarse como persona es necesario salir. Una frase que lo engloba muy bien es: Hay que saber salir, para luego saber entrar.