Pablo - Lemoyne, PA - Año Académico

Pablo – Lemoyne, PA – Año Académico

Mi año en los Estados Unidos ha sido increíble, describir todas las cosas que he vivido es muy complicado escribiendo, pero intentaré resumir mis mejores experiencias. Quiero destacar que desde que llegué hasta el día de hoy, me he sentido como en casa.

Cuando llegué, mi familia me hizo sentir tan cómodo que antes de llegar a casa desde el aeropuerto, ya me sentía súper a gusto; además cuando llegué, tenían una pancarta muy bonita de bienvenida. Me enseñaron la casa, mis hermanos me dieron una acogida increíble, y en nada ya estaba como en casa. Mi primer día de entrenamiento con el equipo de fútbol fue increíble; la verdad es que estaba bastante nervioso, pero en cuanto el entrenador me introdujo, todo empezaron a hablarme y a preguntarme cosas sobre España. Mis primeros días en el colegio, Harrisburg Academy, fueron bastante entretenidos, no paraba de ir de un sitio para otro, de clase en clase, conociendo gente nueva, profesores, entrenadores, etc. Una de las cosas que me sorprendieron de América fue el esfuerzo que ponen los colegios por el deporte. Había días que el equipo de fútbol salía antes del colegio porque teníamos un partido, y si no salíamos antes de que acabara el colegio, llegaríamos tarde.

A partir de la segunda semana de colegio, fue cuando empecé a coger el ritmo, ya sabía donde estaban las clases, mi horario, y más o menos donde tenía que estar y en qué momento. Otra cosa que me gustó bastante, es que por el simple hecho de ser español, todo el mundo te quería conocer; y simplemente bastaba con ser amable para que en menos de un mes fueses amigo de todo el colegio. Que mi colegio fuera pequeño ayudó bastante, porque hice amigos en todos los cursos. El primer mes en América fue un no parar de probar cosas nuevas que no había en España; especialmente la comida.

Jugar un deporte es una ventaja bastante buena, así que recomiendo a todo el mundo que haga un deporte, porque es la mejor manera de pasar mas tiempo con los amigos. Mi hermano me enseño el fútbol americano, y en cuanto supe como se jugaba, me encantó. Este deporte es muy popular aquí, todo el mundo lo sigue. Mi familia me llevó a un partido de futbol americano, y fue increíble, una experiencia extraordinaria.

Mi primera nevada fue en Acción de Gracias, una fiesta que no es popular en España, pero que es muy importante en América. Cuando me desperté y vi nieve, me puse como loco, había nevado muchísimo durante la noche, estaba todo blanco; era increíble. Pero con el invierno, la temporada de fútbol se acabó, y estaba bastante triste por eso, hasta que empezó la temporada de natación, que fue increíble. Cuando llegó la hora de irme a España por navidad, estaba bastante triste, pero creo que fue la mejor opción. Cuando volví, lo mejor estaba por llegar, ¡la temporada de esquí! Yo vivía a 20 minutos de la estación de esquí, eso era inimaginable para mí. Todos los viernes durante 10 semanas el colegio nos llevaba a la estación, y nos podíamos quedar hasta la hora que quisiéramos. Estaba chulísimo porque siempre me iba con mi grupo de amigos, que eran mejor que yo haciendo snowboard, y me enseñaron como saltar y hacer cosas chulas. Esos meses fueron increíbles para mí, porque estaba todo nevado, cosa que no pasa en Sevilla.

Por suerte, mi colegio no tiene mid-terms, que son como los finales pero de mitad de año, así que no me estresé mucho por los exámenes. Durante marzo y abril, un amigo del colegio me llevó a todos los restaurantes buenos que no hay en Sevilla, como Subway, Neato Burrito, Wendy’s… y me encantaron, aunque no fueran muy sanos para mí. Cuando se terminó la temporada de natación, busqué un equipo de fútbol cerca mía, porque no me apetecía jugar al tenis, que es el único deporte que podía jugar con el colegio en primavera. En el equipo, conocí a gente de otros colegios, y, como toda la gente que conocía por primera vez, me preguntaban cosas sobre España, aunque algunos no tenían ni idea ni de donde estaba.

También fui a Washington DC con Alejandra, Blanca y Amina (nuestra coordinadora), fue un viaje increíble, visitamos los monumentos más famosos, y nos hicimos muchas fotos. Estuvo bastante bien visitar la capital del país, aunque hizo bastante calor.

Y ahora, que sólo quedan 11 días de colegio, todo el mundo está como loco, pero también estamos todos estresados por los exámenes. Los finales están a la vuelta de la esquina, pero no son más difíciles que en España. Aunque estén en ingles, en ningún momento de año me he estresado mucho, es verdad que hay que poner un poco mas de empeño que en España, pero no es imposible. Aunque se que voy a echar muchísimo de menos a todo el mundo y todas las cosas de aquí, ya hay ganitas de volver a Sevilla.

Este año ha sido increíble, una experiencia única en la vida. Si alguien esta pensando en hacerlo, sin pensármelo dos veces le diría que lo haga, es un año irrepetible.

Pablo.
Año Académico 2014-2015 en Lemoyne, Pennsylvania.